El objetivo final de todas NOSOTRAS
Nosotras decimos tener variados objetivos en la vida.
Muchas de nosotras seguimos una carrera universitaria para más adelante ejercer nuestra profesión. Otras tal vez queramos ser deportistas reconocidas, famosas actrices o modelos.
NOSOTRAs no naciMOS para cocinarle al marido y atender a los hijos, DECIMOS NOSOTRAS…
Esa es una verdad a medias, porque la verdad de la milanesa es que el objetivo final de todas NOSOTRAS es casarNOS y tener hijos. Aunque lo neguemos. Es lo único que nos importa y para lo único que vivimos. Y pensar que tal vez nos quedemos solteras nos produce verdadero pánico.
Es por eso que cuando estamos de novias, y sobre todo después de determinada edad, es muy difícil que dejemos a nuestra pareja si no tenemos a otro candidato bien agarrado de las pelotas.
Cuando pasan unos años de noviazgo, tenemos dos opciones: o comenzamos a tratar el tema del casamiento, o comenzamos a tratar de encontrar otro novio.
Nora, en octubre del 2005 y luego de cuatro años de noviazgo, le planteó seriamente a Gustavo que si no ponían fecha de casamiento no seguiría adelante con la relación. No quería sentir que estaba perdiendo el tiempo. Como verán, para nosotras si no hay casamiento en vista, todo es una pérdida de tiempo.
Gustavo la quería, pero tenía menos ganas de casarse que de hacerse gárgaras con hormigas coloradas. Tanto es así que vivía solo, pero en el dormitorio tenía una cama de una plaza bien chiquita, como para que Nora no se tentara de quedarse a dormir alguna vez y que luego eso se haga costumbre y terminen viviendo juntos para luego decir: “Y ya que estamos por qué no nos casamos”.
Dado que se vio en un callejón sin salida le dijo: “Bueno, nos casamos en octubre del 2008”.
El esperaba que ella le pegara una patada en el culo y le dijera: “¿Me estás cargando? ¡Para eso faltan tres años!” Sin embargo, para su sorpresa, ella saltó de felicidad y corrió a contarle a familiares y amigos la gran noticia: “¡Tenía fecha de casamiento!”
Gustavo sentía que era un maestro. Había solucionado el problema pateando el nefasto evento nada menos que tres años para adelante.
Claro que Norita, como todas nosotras, de boluda no tenía un pelo. Dos años se pasaron más que rápido y cuando Gustavo se quiso acordar y faltaba nada más que uno, y lo tenía rompiendo las bolas con el vestido, la iglesia, el cura, la música, las flores, la comida, la luna de miel y la concha de su hermana. Estaba a full. No había posibilidades de ningún tipo de postergación.
Y octubre del 2008 llegó nomás.
Y se casaron.
Pero si rebobinamos un poco la cinta, vamos a ver que en determinado punto del pasado se creó una encrucijada: “O nos casamos o no seguimos”. No importaba si se querían, ni si estaban bien juntos, ni nada. El objetivo, el único objetivo era casarse y tener hijos. Si no era con él, tenía que ser con otro y había que empezar a buscarlo sin “pérdida de tiempo”.
Si esto aún no te pasó, ya te va a pasar. Si nosotras vemos que el casamiento no está dentro de sus planes o posibilidades, lo mejor que puede pasarnos es que como Nora a Gustavo le metas un palo en el culo para que se pongan las pilas y pongan una fecha.
¿Por qué digo “lo mejor que puede pasarnos”? Porque la mayoría no lo hacen. Siguen de novias porque más vale pajero, perdón, pájaro en mano que cien volando, y en cuanto aparece algún boludo con plata y promesas de matrimonio las que vuelan somos nosotras. Y el ni se entero cuál fue el verdadero motivo de la ruptura. Ellos se torturan pensando que los dejamos de querer y que nos enamoramos de otro.
Y a ellos les puede pasar como a tantos, que ahora ven a sus ex de lejos con sus maridos gordos y pelados, paseando el nene en el cochecito y subiéndose a una cuatro por cuatro.
Después de cierto tiempo de noviazgo, la facha, el amor, la fidelidad, la dulzura y el buen sexo te los metes en el culo. Lo único que nos importa es formar una familia. Como Susanita de Mafalda.
Tenlo en cuenta. La otra opción es irse a vivir sin que medie compromiso de matrimonio, pero si con condiciones especiales, que es como la mayoría de parejas viven en la actualidad, y te digo que en muchos de los casos, estas relaciones son mas duraderas que en aquellas donde existe el matrimonio de ´por medio. Lo importante amigas es agarrarlos de las bolas como sea y tenerlos a nuestro lado con nuestros futuros hijos.
Hasta otra oportunidad
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